Podría asegurar que el director no era el mismo (aunque desconocía la existencia de “XIII”); sabía que ni Val Kilmer, ni Stephen Dorff (protagonistas de XIII) aparecen en la saga; lo único que sabía de este título es que existía un videojuego para PS2 con el mismo nombre y que aparentemente tenía el mismo argumento que la película homónima.
Tuve que ponerme a investigar para hallar la relación entre Bourne y XIII y por fin lo hallé, se que habrá quien me diga que es un dato que ya debería conocer, pero creo que no es así, y además creo que no es factible que la mayoría de la sociedad conozca el dato. Resulta que XIII (la película) es en realidad una miniserie que está basada en “XIII” el comic, que a su vez está basado en The Bourne Identity (la novela). Por tanto, la película que antena tres anunciaba como una especie de “segunda parte” resultó ser una adaptación canadiense de un comic francés, que es una adaptación de una novela del estadounidense Robert Ludlum. Un galimatías que sirve a Antena 3 para anunciarnos algo como lo que no es (al menos de forma exacta).
Esta curiosa historia no es solo una anécdota si se tiene en cuenta que la tercera cadena ya nos tiene acostumbrados a verdades a medias malintencionadas. Solo hace falta ver que durante más de una semana, este mismo año, estuvieron anunciando el gran estreno de la “nueva” película de “Monstruos contra Alienígenas” y que en realidad era un cortometraje que viene en los extras de DVD de la susodicha película. Hace unos años hicieron lo mismo con el cortometraje que incluye el DVD de “Shrek Tercero”, y en otra ocasión anunciaron “2 fast 2 furious” como si se tratase de “The Fast and the furious 3” simplemente no haciendo mención al nombre de la película, si no trazando frases ambiguas como “La continuación de la saga” o “la mejor película de fast to furious”.
En mi modesta opinión este tipo de publicidad, ambigua y engañosa, es un insulto para la inteligencia de los espectadores, comprendo que ellos tienen que vender y veo lícito que embellezcan sus productos a fin de conseguir audiencia, pero para ello no creo que sea necesario hacer este tipo de requiebros intelectuales. ¿Hasta dónde podemos estirar la goma de la moral publicitaria? ¿Es lícito hacer este tipo de campañas? Quizás este tipo de anuncios no nos indignan porque en el fondo se trata solo de una película, pero estratificando esta forma de hacer publicidad a bienes de mayor necesidad ¿con qué nos encontraríamos?
p.d.- El anuncio que acompaña al texto no tiene nada que ver con él, pero me ha parecido un buen ejemplo de lo que podemos entender como un mensaje ambiguo y, porqué no decirlo, interesado.
2 comentarios:
¡¡Ay amigo Xox, la publicidad!! A ver si los nuevos publicistas incorporais a su diccionario la palabra ética...
Ojalá amigo Jose, Ojalá. Pero la publicidad tiene mala pinta, parece que cada vez importa menos la moral, aún existe quien se niega a grabar según que cosas, pero siempre habrá quien no tenga escrupulos en aceptar por un puñado de dólares, es así de triste.
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