10 febrero 2012

No me digas que no se puede

Antes de acabar la fase de escritura del guión llega la parte más complicada, la reescritura.

Esto entraña uno de los peores momentos del guionista. Ese en el que tienes que renunciar a cosas. Has empezado escribiendo el guión por una imagen que te vino a la cabeza en un momento de lucidez, pero ahora te das cuenta que no sirve para nada, que la historia no avanza y te sobran cinco, diez, o hasta quince páginas.

Hay que tener claros un par de conceptos. La historia que te has montado en tu cabeza no va durar menos de un minuto por página porque tú lo digas. Eso implica la necesidad de cortar, porque nadie va a ir a ver tu corto de 20 minutos por el hecho de que sea tuyo y lo hayas hecho con mucho amor.

Es el momento en que el escritor se vuelve cirujano y mira apenado a su paciente para decirle "lo siento mucho, pero habrá que amputar".

Para muestra un Botón

Os dejo aquí un ejemplo de resumen que está participando este año en NotodoFilmFest: "Los Fantasmas no Existen" de Carlos Pantamaria. O como yo le llamaría: "Los otros" versión triple destilación (30 segundos)


2 comentarios:

Aitor Álvarez dijo...

cómo dijo un famoso muñeco verde de trapo:"hazlo o no lo hagas,pero no lo intentes"

XOX Rodriguez dijo...

Desde que existen los efectos en 3D los muñecos no son tan sabios como en tiempos.