Parece ser que, en efecto, es verdad. El ministerio de cultura ha dado la calificación de "X" a la sexta entrega de la saga de Puzzle. Esto implica exactamente lo que parece, que la película solo podría proyectarse en uno de los apenas 5 o 6 cines porno del estado.
Para la distribuidora, Buenavista, la broma puede costar unos cuantos millones, ya que tanto las campañas publicitarias como la creación de las alrededor de 300 copias que pensaba distribuir van a tener que correr a su cuenta. Pero más allá de eso ¿a qué viene esta calificación?; ¿acaso es más violenta que las anteriores ediciones?; realmente, como exige la ley de calificaciones del ministerio para marcar con una X, hace "apología de la violencia".
Esta aparente metedura de pata del ministerio no solo perjudica a Buenavista, perjudica también a los espectadores que iban a verla y a los cines que iban a venderles las entradas; perjudica al propio ministerio, ya que no solo su imagen se ve dañada (una vez más), si no que además, anima a quienes quiere proteger de ver esa película con una <> que parece prometerles justo lo que desean tener, aún más sangre que en las anteriores; y, eso si, beneficia las descargas ilegales y la piratería de las mafias, ya que les hace una promoción fantástica "solo en su Top Manta más cercano".
La cagada ya está hecha, ahora solo hay dos opciones: tirar p´alante como los de Alicante y comerse las más que merecidas críticas o rectificar y regalarle a una película que va a competir con las demás de la cartelera (y alguna de ellas española, señorita Sinde) una promoción impagable tanto a nivel de comunicación como de medios.
Para la distribuidora, Buenavista, la broma puede costar unos cuantos millones, ya que tanto las campañas publicitarias como la creación de las alrededor de 300 copias que pensaba distribuir van a tener que correr a su cuenta. Pero más allá de eso ¿a qué viene esta calificación?; ¿acaso es más violenta que las anteriores ediciones?; realmente, como exige la ley de calificaciones del ministerio para marcar con una X, hace "apología de la violencia".
Esta aparente metedura de pata del ministerio no solo perjudica a Buenavista, perjudica también a los espectadores que iban a verla y a los cines que iban a venderles las entradas; perjudica al propio ministerio, ya que no solo su imagen se ve dañada (una vez más), si no que además, anima a quienes quiere proteger de ver esa película con una <
La cagada ya está hecha, ahora solo hay dos opciones: tirar p´alante como los de Alicante y comerse las más que merecidas críticas o rectificar y regalarle a una película que va a competir con las demás de la cartelera (y alguna de ellas española, señorita Sinde) una promoción impagable tanto a nivel de comunicación como de medios.
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